M. ARQ. EDUARDO VERA LÓPEZ[1]
HIPÓTESIS
¿Cómo se ha solucionado en el pasado el acceso de vivienda a la clase trabajadora?
¿Qué resultados han generado las pasadas políticas de vivienda?
¿Es el autoconstrucción una costumbre arraigada o un cáncer?
¿Se puede enseñar a un autoconstructor a leer planos arquitectónicos para mejorar la calidad de la vivienda?
INTRODUCCIÓN
En México, y probablemente en la mayor parte del mundo (si obviamos a países desarrollados, cuya población tan sólo abarca menos de la cuarta parte del mundo), se ejerce la AUTOCONSTRUCCIÓN al momento de edificar una vivienda por pequeña o grande que sea ésta.
En muchas ocasiones se realiza la AUTOCONSTRUCCIÓN por la simple costumbre, más allá de que sea por cuestiones económicas. Además que en el ADN (en las venas) de la población existente, es inherente a la humanidad misma. Esto lo podemos observar en cualquier ciudad de nuestro país, a menos que estemos ubicados en una zona que fue creada desde un inicio con el fin de llevar a cabo la construcción a través de profesionales, sean arquitectos o ingenieros civiles.
Buena parte de los problemas actuales que existen en nuestras ciudades... son de tráfico; falta de servicios -agua, drenaje, luz, calles, etc.- al construir en zonas no aptas [2]; derrumbes por sismos, al construir en lugares en riesgo; económicos al ampliar o rehabilitar, siempre cuesta más dinero si se carece de un plan para ello -sea porque se deben demoler paredes, o reforzar cimientos, o acondicionar terrenos peligrosos, etc.-; derivados de la autoconstrucción.
CAMBIO EN LA POLÍTICA PÚBLICA DE LA VIVIENDA
Actualmente el tema cobró relevancia dada la directriz del gobierno federal (a través del presidente AMLO), de direccionar recursos para la vivienda a las personas más precarias dentro del sistema INFONAVIT[3], para entregar recursos en efectivo a los beneficiarios mencionados, y que puedan “autoconstruir” sus propias viviendas (contratar albañiles, comprar materiales, dirigir a su “gusto” la obra, etc.). Medida que ha sido duramente criticada, pero que valdría la pena puntualizar un poco en ella.
Primero, desde la formación del INFONAVIT, éste ha atendido a un gran número de trabajadores que cotizan, sin embargo, dentro del grueso de los trabajadores sólo ha sido posible satisfacer de manera “primia”[4] a una parte de éstos, sobre todo los que viven en las zonas urbanas; sin embargo, se ha estudiado ampliamente que la población migrante (campo a la ciudad), o bien, en las zonas rurales (que también cotizan en el INFONAVIT), NO han podido acceder a éstos programas, por la misma rigidez de sus políticas, por ello hasta el día de hoy NUNCA se ha atendido a éste extracto de la población.
Segundo, quienes normalmente acceden a éstos programas (derechohabientes), se ven en la disyuntiva de aplicar a la compra de una “vivienda en serie”, construida por grandes constructoras vivienderas, que monopolizan ésta rama de la construcción y, que han caído en prácticas “leoninas”[5] que lesionan los intereses de los trabajadores y que, dado la política actual del gobierno federal, enconan su desprecio[6], siendo que existen múltiples estudios que demuestran la falencia de las anteriores políticas.
Sin duda es un tema de nuestra actualidad difícil de resolver de la manera como se ha intentado hacer en países desarrollados -la aplicación de los reglamentos y su castigo consecuente; de nada ha servido en nuestra sociedad, por múltiples razones, que no pretendo documentar aquí-.
Quizá "valga la pena", intentar de “otra manera” el atender dichos problemas, quizá ayude más el empezar a compartir información entre las personas que AUTOCONSTRUYEN, intentar educar y transmitir el conocimiento y la experiencia de profesionales de la construcción, con un ánimo más pedagógico y de sincera generosidad.
En lo personal trataré de realizar escritos para concientizar el asunto, tanto para el gremio de mi profesión, como aquí se pretende hacer, como también material didáctico dirigido al gremio de la autoconstrucción, que en breve comenzaré a publicar.
CONCLUSIONES
Muchas veces me he preguntado, qué sucedería si… las personas que autoconstruyen pudieran ser asesoradas por un profesional de la construcción, y si bien, el interesado siguiera con la intención de autoconstruir, pero iniciara con la debida asesoría.
Esto no es nuevo para mí, en múltiples ocasiones lo he externado; recuerdo en una "mesa de trabajo" en Xalapa, para la elaboración del Reglamento de Construcción del Estado de Veracruz... plantee la necesidad de tener un escritorio u oficina dentro de la institución de DGOUR (Desarrollo Urbano Municipal), donde se atendiera desde la persona más humilde, que deseara "tener su planito" para auto construir su vivienda, en vez de dejar el asunto en manos de los inspectores locales (quienes probablemente permitan "auto construir" sin permisos a cambio de una "dádiva").
Naturalmente generó revuelo el tema, más teniendo a lado a los compañeros de DGOUR, sin embargo, una de las personas en el podio, mencionó que en su municipio (Metepec, Estado de México), en administraciones pasadas había sido Director de una oficina similar a DGOUR y, habían generado un esquema muy parecido, con ayudantías de profesionales en "servicio social". No sé si eso fuese lo más conveniente, pero fue el único "eco en la sala".
Considero, que acercar los conocimientos básicos de profesionales de la construcción, a las personas autoconstructoras, será un paso importante para mejorar la calidad de las ciudades. No podemos esperar a que éstas personas nos busquen, o limitarlas o hasta castigarlas, por una cuestión básica inherente al ser humano, como es su vivienda.
¿Cómo podemos cambiar la situación problemática de nuestras ciudades, en los cordones marginales de autoconstrucción, si evitamos explicarle ("perder nuestro tiempo") a quien no posee los conocimientos técnicos, evitando así atender los problemas que se pueden derivar, al momento de capacitar a las personas autoconstructoras, y perdiendo la oportunidad de construir viviendas con las indicaciones técnicas constructivas correctas?
Por lo que considero sea pertinente enseñar a las personas autoconstructoras, el lenguaje gráfico con el cual se presente a través de planos, la información técnica constructiva. Es a partir de tener disponible ese vocabulario gráfico que puedan acceder a más conocimientos técnicos.
Uno de los primeros escalones para intentar mejorar la calidad de las ciudades, será el llevar información técnica constructiva a las personas autoconstructoras, a manera que ésta identifique y visualice modos distintos de proceder al momento de construir.
Por lo que se debe comenzar con material educativo que pueda estar a disposición de las personas autoconstructoras, y si esto se realiza, por supuesto, debemos explicar el lenguaje gráfico para que pueda leerse y entenderse la información técnico constructiva.
Hay que comenzar comprendiendo que antes de ser un problema económico social, es un problema educativo y de costumbres, donde puede ser, que la persona auto constructora no desea ser asesorada o circunscrita a las actividades de un profesional como rechazo a lo que podría significar "disponer de un arquitecto" para construir su vivienda en una zona marginada.
Sé que suena “raro” lo que menciono, pero debemos apartarnos de conjeturas simplonas, al menospreciar a las personas autoconstructoras y, más bien, ser empáticos con ellos y acercar nuestro conocimiento y experiencia, como parte de la búsqueda de un bien común... Ellos se beneficiarán con la asesoría de un profesional y, todos nos beneficiaremos de mejorar nuestras ciudades actuales.
En la próxima ocasión, publicaré un artículo, continuación del presente, donde explicaré la manera de entender el lenguaje gráfico presente en un plano técnico constructivo.
[4] Si bien, el sistema mexicano de vivienda, ha representado para muchas naciones latinoamericanas un “foco de envidia” (recuerdo en países como Argentina o Chile, al hablar con sus habitantes -2003- y explicarles el sistema de INFONAVIT, no daban crédito a la existencia de esto, pensaban que era una mentira de mi parte… ¿cómo recibir una vivienda terminada y pagarla poco a poco?... cuando su sistema de vivienda consistía en recibir un pie de casa –e irlo pagando-, y los beneficiarios conseguir el recurso para realizar la construcción restante por su cuenta); muchos mexicanos sabemos de sus deficiencias… pagos elevados y con incrementos, cuando hablamos de UDI´s; mala calidad de la construcción (muros medianeros que parecen de cartón, dado el traspaso del sonido, ya no hablemos de cómo se generan grietas en ellos); ubicaciones alejadas de los centros de trabajo a razón del ínfimo precio de compra del terreno por parte del constructor; sembrado de multitud de viviendas carentes de una planeación “amigable” –comunidades hechas para “andar” en auto, cuando muchas de las personas que las habitan se desplazan en transporte público-; viviendas sin respetar las condiciones bioclimáticas (construyen el mismo prototipo de vivienda en el centro de la manzana que en la esquina).
[5] En diversas ocasiones he asistido a los CNSU (Congreso Nacional de Suelo Urbano) en compañía de mi hermana (Juana Isabel Vera López), y hemos presentado ponencias, donde se ha hablado de las políticas referentes a la vivienda. https://www.repositoriodigital.ipn.mx/bitstream/123456789/16823/1/Impacto%20de%20la%20vivienda%20en%20el%20desarrollo%20urbano.pdf
[6] Es cierto que las grandes constructoras de viviendas están siendo afectadas por la nueva política de que una parte de los derechohabientes del INFONAVIT podrán recibir recursos para realizar sus viviendas a manera de autoconstrucción; en sí los montos son como máximo alrededor de 120 mil pesos mexicanos (a razón de $25.00 por dólar US al día de hoy); montos por los cuales, difícilmente algún contratista desee participar en éste tipo de obras, ya que no representa utilidad (costos de fianzas, de impuestos, de traslados a zonas dispersas, etc.). Cuestión que tengo clara, al comparar éste tipo de programas con los denominados “Cuartos Dormitorio” que se realizan desde ayuntamientos hasta dependencias estatales como SEDESOL, y que aún “empaquetando” cierto número de viviendas en un contrato, las quejas son constantes dado el tipo mínimo de obra y la dispersión de las construcciones. Ahora bien, además de que el gobierno se enfocará en la entrega directa de recursos a los beneficiarios, en éste momento también existe un cambio trascendental en las políticas del INFONAVIT hacia el otro espectro de los derechohabientes, los que desean viviendas de mayor envergadura que las “casas de interés social”, a manera de que existe la flexibilidad para que se puedan adquirir viviendas de cantidades superiores al costo de una “caja de zapatos” construida por una “viviendera”, ya que los créditos se pueden sumar entre personas (habrá que visitar la página web del INFONAVIT para saber la reglamentación… https://portalmx.infonavit.org.mx/wps/portal/infonavit.web/trabajadores/quiero-un-credito/!ut/p/z1/pY-xDoIwEIafxYGVu0I01a0miBpiXIjYxQCpBVMoKRVe3xpdTJTF2-7yff-fAw4Z8DYfapnbWre5cvuZLy4BRYzXSA4x3VJkm2gXLZMwiI8ETpMAQeD_-A54-vhjGDqfT1ak5A1MZOyBS6WL17usLUIqgRtxFUYY_27cubK261ceejiOoy-1lkr4pW48_KZUureQfZLQNWmGt7kaEjZ7AEs66Nw!/dz/d5/L2dBISEvZ0FBIS9nQSEh/). Es allí donde los derechohabientes pueden contratar a los profesionales (arquitectos e ingenieros civiles) registrados en el Padrón de INFONAVIT, las reglas de operación están abiertas… (https://portalmx.infonavit.org.mx/wps/portal/infonavit.web/proveedores-externos/para-tu-casa/bienes-servicios/!ut/p/z1/pZDBCoJAEIafpYNXZ9QS67ZKaSJZ0JLtJTRsNdQVNX39xLoEZUFzm-H7fmYGGATAirBNedikogizvj8y_aTbiI41VTa2iyrufHO_paqpUV-BwwCoBqJtYg8YjoFktVwv556m2goC-8enyojvWv706eOHIvibP7IgG48_ABuQsQu-ZbjAeCaix7tJEWkGB1bFl7iKK_lW9eOkacp6IaGEXdfJXAiexfJZ5BK-UxJRNxC8klDmlNIAr7Os9QiZTO5ild-4/dz/d5/L2dBISEvZ0FBIS9nQSEh/). Se puede construir una vivienda completa en terreno del derechohabiente; se puede remodelar o ampliar una vivienda existente del derechohabiente; se puede comprar una vivienda particular en algún fraccionamiento.
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