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EL HOME OFFICE Y EL CORONAVIRUS

M. ARQ. EDUARDO VERA LÓPEZ[1]

 

HIPÓTESIS

¿Los trabajos de servicios y/o multidisciplinarios se podrán hacer desde casa?

¿El Home Office será algo transitorio, una moda, o vino para quedarse?

¿Qué se ganará y qué se perderá al trasladar los trabajos de las oficinas a las casas?

¿Qué cambios arquitectónicos en las viviendas conlleva ésta migración?

  

INTRODUCCIÓN

A partir de la declaratoria del "coronavirus" [2] como una pandemia por parte de la OMS, se produjeron múltiples consecuencias, quizá la mayor sea la reclusión en sus casas de los habitantes de determinados países, esto como medidas de distanciamiento social, y por consiguiente, de controlar la velocidad de contagio de la enfermedad, para no colapsar las instituciones de los sistemas sanitarios locales.

 

Sin embargo, dado que la pandemia y sus posteriores implicaciones no estaban en el radar de la población mundial, no existía un protocolo de seguridad, mucho menos un protocolo de continuidad de las actividades económicas, por lo que vemos múltiples respuestas, tanto espontáneas como muy bien direccionadas, a la respuesta de continuar con las actividades productivas de un planeta globalizado.

 

Mucho antes de que ocurrieran los eventos del convid19, en el año 2020, ya se venía gestando una migración paulatina en las actividades productivas en las áreas de servicios, de las oficinas hacia las viviendas particulares; sea por el desarrollo constante de la tecnología que permite tener la información que utilizamos al alcance de un click; sea porque la mayoría de la información tipo documentos se pueden encriptar en un archivo digital el cual se puede teletransportar[3], o bien, porque los equipos (hardware) y los programas (software) cada vez están más a la mano (disminución de los costes).

 

QUIENES PUEDEN TRABAJAR DESDE CASA

Si bien, las cadenas productivas están totalmente diferenciadas, sea como primarias, secundarias o terciarias (entre múltiples definiciones); o bien, los esquemas de trabajo derivado a que para su ejecución han partido de implementarlos en un punto de confinamiento, y de allí ha partido la realización de la vida misma (actividades laborales diarias).

 

La realidad es que cada vez los trabajos están más sectorizados, son transnacionales, e interconectados, fruto de la globalización actual; lo cual ha permitido que los productos y servicios disminuyan sus costos y mejoren constantemente, derivado de la feroz competencia. Por lo que se puede desconocer qué tanto se modifiquen las actividades laborales diarias en por lo menos 10 años, en algunos sectores o giros.

 

NECESIDADES ARQUITECTÓNICAS

Si estudiamos la historia de las oficinas y centros de trabajo, sus orígenes son modestos, muchas veces los encontramos como un apartado dentro de las viviendas, sobre todo al inicio de la era industrial, y también, al inicio de la era tecnológica... las historias de las cocheras como talleres iniciales de las grandes empresas informáticas[4].

 

Por lo que sobre éste tema, la hipótesis que se plantea, simplemente es el retorno de las oficinas y/o talleres al hogar; para lo cual debe haber un nuevo análisis de las necesidades arquitectónicas de las viviendas, insertando el nuevo "comoditi" y con ello, generar nuevas relaciones espaciales, que permitan el estar trabajando desde casa.

 

TRABAJOS DE SERVICIOS ACTUALES

Actualmente son múltiples los trabajos que permiten realizarse desde casa, más no la mayoría. Y ello se ha dado, por la necesidad misma, sea de disminución de costos (eliminar rentas), sea por la disgregación de los actores (trabajadores a distancia) en distintas regiones, sea por la intensidad de las actividades (trabajos por objetivos, donde se duerme poco, y se trabaja de manera concentrada), entre otros factores.

 

En la medida que la tecnología avance, ello quizá derivado del cambio de las relaciones sociales y la manera de entender lo que conlleva el trabajo actual, veremos que múltiples actividades irán migrando hacia el trabajo desde casa. Sea porque cada vez más personas acceden a la tecnología, o a mejor tecnología, y claro, mejores hardware para el desarrollo de nuestras actividades. O bien, porque el desarrollo mismo de la tecnología (como si ésta fuese insipiente), generará una red de actividades y por ende, de necesidades que deberán resolverse con la mejora continua de la tecnología.

 

Por donde lo veamos, el teletrabajo actualmente es una realidad, quizá se necesitaba de una "espoleta"[5] para que se planteara como una opción certera; y volver a la manera anterior, conllevará múltiples carencias por lo que quizá no queramos volver a éstas; sea por la pérdida de tiempo en el tráfico, sean los costos en oficinas, sea la intolerancia a la rigidez de la vida "godinez"[6]. Aunque uno de los obstáculos que visualizo será la "confidencialidad" de la información, que pueda permear en la continuidad de las oficinas actuales; sin embargo, eso sólo es un obstáculo con la actual tecnología de uso diario.[7]

 

EL MOMENTO HISTÓRICO

Esto de trabajar desde casa no se gestó en un día o en un año; tampoco se percibió como una necesidad o una moda; fue paulatinamente la migración, y en muchos giros nunca hubo tal, siempre se trabajó desde casa.

 

Luego entonces, las actividades poco a poco se han disgregado; un microempresario necesita los servicios de un contador, pero tiene para ello un contador externo (outsourcing) cuyos costes son menores, dado que éste último puede prorratear sus gastos al hacer lo mismo con múltiples microempresarios.

 

Lo mismo ocurre para múltiples actividades interrelacionadas, como son de diseño gráfico, de publicidad e imagen, de asesoría jurídica, entre muchos. O bien, si nos referimos a profesionistas independientes como son los doctores, estos interactúan con múltiples colegas, sea el especialista, el radiólogo, el anestesiólogo, entre otros.

 

CONCLUSIÓN

Finalmente, para realizar los trabajos en casa necesitamos de espacios acondicionados para ello; si hablamos de trabajos de oficina, simplemente es la necesidad de un estudio, si hablamos de actividades físicas, es la necesidad de un taller, si hablamos de la producción de objetos, es la necesidad de una bodega además de un taller.

 

Realmente son espacios, que en la actualidad ya muchas personas cuentan con éstos en su vivienda; profesionistas independientes, artistas, artesanos, emprendedores, microempresarios, productores a escala pequeña, realizan sus actividades diarias desde sus hogares, aun contratando a personas, quizá sean un par o media docena de empleados.

 

Por lo que las relaciones espaciales deberán estar adecuadas a la interacción de dos o más ámbitos, el personal o privado y el público; quizá deban tener espacios de servicios independientes, aun sin tener empleados, sea para el uso personal y de sus clientes en el ámbito laboral.

 

Lo primero que debemos hacer al momento de proyectar un “Home Office”, son múltiples análisis[8], si bien para una vivienda se analizan los espacios, las circulaciones, los aspectos bioclimáticos, los aspectos constructivos, las instalaciones, entre otros. Acá deberemos hacer un análisis arquitectónico subiendo el grado de interrelación, como si se tratase de analizar un espacio arquitectónico de una vivienda con respecto al espacio urbano de una ciudad; siendo lo que hablamos un paso intermedio, ya que el resultado será la creación de un objeto arquitectónico tanto público como privado.

 

Dentro de los análisis de éste nuevo género arquitectónico (ya que es un híbrido entre una vivienda y una oficina), debemos mencionar lo referente a la seguridad (rutas de evacuación, ubicación de extintores, etc.), así como la tramitación de nuevos permisos, adicionales a los de una vivienda.

 

Sin embargo, aún no hemos mencionado otros factores como el hecho, que de acuerdo al tipo de actividad a desarrollar, y la manera en que "nos demos a conocer"[9], podrá ejercer un "diseño" en particular como parte de una "marca" concreta. Como puede ser el uso de colores en un estudio para un artista en particular; un espacio pulcro para un consultorio dental; un espacio insonoro para una microfábrica del s. XXI; entre muchos otros. Esto es el paso siguiente en la complejidad de lo que se estará gestando, en los llamados "Home Office" dentro de las viviendas actuales.

 


[1] Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana y; de la Maestría en Procesos y Expresión Gráfica en la Proyectación Arquitectónica y Urbana (MPEG), de la Universidad de Guadalajara.

[2] El presente artículo se redactó mientras vivía el confinamiento solicitado por las autoridades locales durante el brote de éste virus en mi país, México.

[3] El término hace alusión al envío digital de archivos, sin embargo el origen del mismo viene antecedido a lo planteado en múltiples libros de ciencia ficción con separación de un siglo atrás.

[4] Se menciona lo ocurrido en Sillicon Valley, en San Francisco, California, EEUU.

[5] Hablamos del confinamiento por causa del Covid-19, como un catalizador.

[6] Término coloquial utilizado por los habitantes de la Ciudad de México, para referirse a un oficinista.

[7] Esto lo podemos constatar con la tecnología que utilizan las instituciones financieras en la denominada Banca Electrónica, la cual por cierto, es de elevados costos.

[8] Para generar un objeto arquitectónico partimos de unas necesidades, las cuales se someten a un “análisis”, resultando como “síntesis” los planos arquitectónicos y el presupuesto de obra.

[9] Con relación a nuestros clientes, a nuestro mercado o nicho cautivo; todo esto se refiere al marketing.

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